El trabajo móvil no es una idea nueva. Trabajar fuera de la oficina en computadoras personales aportadas por la compañía ha sido un lugar común durante años.

Debido al aumento de dispositivos móviles, TI ahora enfrenta un nuevo paradigma de trabajo móvil: el uso de teléfonos inteligentes y tabletas multifuncionales más enfocados en el usuario final que nunca antes.

Los usuarios TI en forma creciente están adoptando nuevas formas de trabajo que superan los límites de su oficina tradicional, desarrollando sus labores desde su hogar, en viaje o junto a los clientes. Los estudios de Global Workplace Analytics señalan que los empleados pasan solamente entre el 40 – 50% del tiempo en su puesto de trabajo. IDC ha estimado que en 2020 el 72,3% de la fuerza de trabajo en los EE.UU., serán trabajadores móviles, mientras que un 56% de la fuerza de trabajo en Europa ya eran usuarios móviles en 2017. Esto aumenta la demanda de acceso a los sistemas corporativos desde cualquier lugar mediante diversos dispositivos y facilita una sinergia mucho más rápida de los negocios.

Otro aspecto de la movilidad empresarial sobre la Transformación Digital es que cambia los roles de los usuarios y los potencia, ya que se mantienen productivos sin importar su presencia física en una oficina. La separación de datos personales y empresariales (contenedor), confiabilidad de las redes, variedad de dispositivos e interfaces sencillas proporcionan a los empleados una experiencia de usuario mejorada, lo que siempre conduce a mejor productividad y fuerza de trabajo satisfecha.

Adicionalmente, la movilidad involucra a los empleados en el desafío de repensar los procesos convencionales y crear otros nuevos facilitados por la tecnología. Esto contribuye a simplificar y automatizar los flujos de trabajo e información, y facilita la colaboración al integrar nuevas tecnologías.

Forrester ha señalado que el 82% de los ejecutivos consideran la Movilidad como “la cara de la Transformación Digital”. También ha indicado que el 80% de los ejecutivos consideran que sus empleados no pueden hacer su trabajo sin smartphones, mientras que un 70% de los accesos a los sistemas empresariales ocurrirá desde dispositivos móviles hacia 2020.

La movilidad impulsa la transformación digital a través de un replanteamiento radical sobre cómo la organización debe usar la tecnología en busca de nuevas fuentes de ingresos o nuevos modelos de negocios. La movilidad es un factor fundamental para mejorar el acceso a la información y eficiencia de los procesos, aumentar la productividad de los empleados y reducir los costos operativos. Pero el impulso que la movilidad entrega a la transformación digital también se explica por el cambio en la forma en que interactuamos con el mundo. La movilidad relaciona a personas y permite que los empleados se conecten con sus procesos fundamentales.

En general, la transformación digital es única para cada empresa. Sin embargo, la movilidad es una tecnología transversal que tiene un rol fundamental. Ayuda a modernizar las empresas con su arquitectura de software y es relativamente fácil de implementar.

Las empresas que buscan la transformación digital deben centrarse primero en la movilidad para una transición exitosa a la era digital. Si bien muchas organizaciones se centran actualmente en conectar dispositivos entre sí, la transformación digital apunta a mejores formas de conexión y colaboración entre las personas.

La movilidad además constituye una plataforma para integrar y optimizar tecnologías transformadoras a través de procesos de negocio. La movilidad es un punto de convergencia de variadas tecnologías como Cloud, AI, Analítica, Geoposicionamiento, IOT y otras, para operar en conjunto potenciando nuevas formas de trabajo para los empleados y también brindar una experiencia digital a los clientes.

La movilidad también habilita otro componente crítico de la transformación digital, que es la movilización de datos. Las soluciones móviles pueden contribuir a que los datos relevantes estén oportunamente disponibles para las personas indicadas en la organización, donde y cuando las necesiten, así como para capturarlos en terreno y compartirlos.

En un ambiente de negocios más dinámico, competitivo y volátil, los clientes son más poderosos y conectados, sus expectativas aumentan en forma permanente y esperan que los productos y servicios le ofrezcan una experiencia digital que contribuya a un resultado total de mayor valor.

Más del 50% de las organizaciones considera que los principales impulsores de su estrategia de transformación digital son la satisfacción y experiencia de sus clientes, por lo que la transformación digital consiste en cambiar la manera en que la empresa interactúa con sus clientes y cómo les provee una experiencia consistente en cada ocasión y mediante múltiples canales.

Según Accenture, el 75% de los consumidores prefiere comprar a una empresa que les brinde un trato personalizado y reconozca sus preferencias e historial de compra.

La modernización del sitio web o la incorporación de una aplicación móvil no constituyen en sí mismos un avance en transformación digital. Ésta requiere el diseño y creación más profunda de nuevas capacidades de “negocio digital” a través de los (nuevos) procesos de la empresa para crear resultados para los clientes de formas novedosas y atractivas, quienes valoran la nueva experiencia digital que acompaña incluso a la obtención de servicios y productos tradicionales.

Aunque los impulsores de negocio detrás de las iniciativas de movilidad son aumentar la productividad y eficiencia operativa, la experiencia móvil generalmente no cumple con las expectativas de los usuarios.

Según Enterprise Mobility Exchange, muchas aplicaciones móviles empresariales dejan de usarse debido principalmente a su dificultad de uso, falta de funcionalidad necesaria, o mala integración con datos en los sistemas centrales.

Adicionalmente, la disponibilidad de datos contextuales en el “momento móvil” es esencial para responder eficientemente en el ambiente de trabajo. Una aplicación móvil contextual puede cambiar la experiencia de trabajo del usuario, haciéndola mejor, más segura, más eficiente o incluso transformándola.

“To win in the marketplace, you must first win in the workplace”

Doug Conant, Founder, ContantLeadership
(Former CEO, Campbell Soup Co.)

Un estudio realizado por The Economist, informó que las empresas con estrategias de movilidad efectivas son mejor evaluadas por los empleados en los atributos de Atraer Talento, Brindar un mejor Trabajo a sus empleados e Incentivar la Creatividad e Innovación. Este dato apunta a un cambio cultural mayor: La tecnología se ha convertido en una fuerza innegable en la forma en que los trabajadores perciben a sus carreras y empleadores, especialmente para las nuevas generaciones.

Según CIO Magazine hay una relación clara y fuerte entre la experiencia del empleado y experiencia del cliente, y presenta una oportunidad ya que bien administrada, puede convertirse en el eje de la transformación digital. Harvard Business Review reafirma esto, señalando que entre ambas experiencias hay una relación innegable.

“Las compañías que lideran en experiencia del cliente tienen 60% más de empleados comprometidos, y estudio tras estudio se ha confirmado que invertir en la experiencia de los empleados impacta en la experiencia de los clientes y puede generar un mayor ROI para la empresa”.

Harvard Business Review

Harvard Business Review descompone la experiencia del empleado en componentes culturales, tecnológicos y físicos. La tecnología tiene un rol central, pero sólo es efectiva si apoya las cambiantes necesidades de una fuerza laboral que demanda un enfoque más fluido, móvil y dinámico (“anytime-anywhere”) hacia el trabajo. A la vez, debe contribuir a la adopción de una cultura de cambio e innovación.

La movilidad transforma la manera en que opera la empresa, convirtiéndose en un factor medular de la trasformación digital, habilitando nuevos estilos de trabajo y un ambiente de negocios de mayor colaboración, efectividad y productividad.

Si bien la consumerización y preferencias de la generación “millenial” son una fuerza relevante en la transformación, este proceso no se genera exclusivamente desde la base, ya que requiere un fuerte liderazgo del equipo ejecutivo de la organización, que debe establecer la visión, prioridades, el estilo y ritmo de cambio.

Los nuevos modelos de negocio y formas de trabajo y operación representan un cambio trascendental en la estructura organizacional, perfiles de cargo, responsabilidades, atribuciones e incentivos, métodos de investigación, desarrollo, producción, relación con proveedores, canales de distribución y servicios, entre otros aspectos.

Claramente la transformación digital no es una revolución tecnológica sino que una profunda transformación cultural y organizacional. Se trata de re-imaginar lo que hacemos, a quién servimos y cómo generamos valor de una manera nueva y acorde con las expectativas de clientes y empleados, mediante el aprovechamiento de las tecnologías y oportunidades de asociación con terceros.

Se dice que la cultura es “la forma es que hacemos las cosas aquí”, pero es más que esto, ya que también incluye un conjunto de valores y creencias. Entonces la cultura organizacional es lo que somos colectivamente, lo que valoramos, cómo operamos y funcionamos y sobre todo, qué aceptamos y toleramos.

Es evidente que los profundos cambios que conlleva la transformación digital no pueden ignorar a la cultura o considerarla como un elemento ambiental ajeno. Es indispensable que liderazgo y cultura actúen en armonía como complementos perfectos ya que ambos impactan e influyen en todo a través de las organizaciones. No podemos olvidar que Peter Drucker nos advirtió que “la cultura se come a la estrategia de desayuno”.